martes, 20 de julio de 2010

Cap. XI: “Querido amigo…”

28 de Febrero, 12.30 a.m.
Querido amigo, fiel compañero, el que mejor guarda mis secretos… Sí, estoy hablando de ti mi amado diario. Ya han pasado dos meses desde que yo y Darío decidimos atrevernos a ser amigos especiales. Finalmente, mamá me dejó quedarme con él, Kill y Amy en el piso, pero daría lo que fuera porque no me hubiese dejado… Nuestra relación ha empeorado: cada día que pasa ama más a Amy, lo sé, y me hace sentir una basura, un trapo sucio, una toallita de usar y tirar… Cuando hacemos el amor, piensa en ella; incluso un día mientras lo hacíamos me llamó por su nombre… No lo soporto, dista mucho de cómo es Kill. ¡Mi Kill! ¡Cuánto le quiero! Es mi mejor amigo, mi gran pilar de apoyo, el muro de contención, el compañero de copas, el paño de lágrimas…
Como ya sabes, soy menor de edad aún (y ya sé que no debería tomar alcohol), pero ayer fue mi cumpleaños: diecisiete años. Darío no se acordó, ni siquiera me llamó cuando Kill le habló por el teléfono móvil delante de mí para recordárselo; al parecer estaba muy ocupado: se estaba follando a Amy… Podía llamarme a lo largo del día: tiene veinticuatro horas, pero no lo hizo… Kill, en cambio, estuvo todo el día conmigo: soportó, con gusto, tres horas de mocos y lágrimas, y cuando me cansé, me llevó al cine a ver una comedia de risa y, más tarde, a un restaurante italiano a comer pizza.
Cuando lleguemos al piso que, por cierto, estaba vacío: ni rastro ni de Amy ni de Darío; me tenía preparado, a modo sorpresa, la casa con decoración de fiesta, me había hecho una tarta casera y había alquilado varias películas de diversos géneros para pasar una gran tarde-noche. No me pudo regalar nada, pero yo tampoco quería nada más: todo lo hecho era más que suficiente, incluso más que sobresaliente, ¿por qué no podía amarle a él? Al final, me llegó hoy con un regalo y Darío que me ha visto todo el día no me ha dado ni las felicidades… Me trajo un collar de plata con medio corazón que ponía un trozo de inscripción que podía leerse al unirlo con la otra mitad, la de él. Ponía “Friends for ever. Kill & Sally”. En el mío ponía Kill, en el de él Sally. Era precioso…
¡Ay, amigo mío! Me da vergüenza y pena tener que contarte esto, pero creo que debes saberlo: Darío me pegó el otro día… Sí, me pegó… Por usar un tono “atacante e hiriente” según él, con Amy. Lo único que le dije fue “tú, pásame la leche” y él cogió y me pegó. Amy se le enfadó por lo que hizo, pero nada más. Afortunadamente, Kill no estaba en el piso en ese momento, si no le hubiese dado una paliza seguro…
Sí compañero, no sólo no me ama, sino que me utiliza, juega conmigo y, ahora, también me maltrata… Es de lo peor, pero le amo inevitablemente…

8.45 p.m.
Lo ha vuelto a hacer, esta vez por ponerle simplemente mala cara a esa engreída cuando dijo “no existe mujer más guapa que yo en un radio de cincuenta kilómetros”; lo dijo de broma, pero yo puse una expresión en la cara que pareció no gustarle a Darío… No sé qué hacer, ni a quién acudir, excepto a ti: tú me escuchas sin lanzarte cual perro agresivo a su cuello… Tal vez es eso, quizás necesita que le den un escarmiento para que se percate del daño que hace, corrección: que ME hace; pero no quiero meter por medio a Kill en esto: la última vez que se metió entre nosotros acabaron uno con la nariz rota y el otro con los dos ojos morados… Tal vez sea Amy la que debería ayudarme, pero ella se va siempre aguantando el llanto, no dice nada, se encierra en su cuarto y no vuelve a salir… Es raro, no sé por qué pero me da la impresión de que, o bien ha pasado por esta misma situación, o bien lo está pasando y prefiere hacer oídos sordos y ojos ciegos ante lo ocurrido…
También estoy encerrada en mi habitación. Lloro. Tengo un ojo morado y me duele una barbarie… Nadie lo sabe, pero tengo una botella de tequila guardada en el armario para situaciones como esta en las que necesito beber hasta perder el sentido para poder olvidar durante un pequeño período de tiempo y sentirme mejor, entre comillas… Ahora mismo estoy bebiendo, así que si escribo alguna tontería ya sabes por qué es… Por favor, no me vayas a denominar por esto “borracha”, denomíname “señorita alcohólica”; no por nada de especial relevancia, sino por estética: suena menos sucia de lo que siento que soy y estoy… Cuando me baño, me paso dos horas (y no exagero) restregando mi cuerpo con mucho jabón, intentando quitarme la suciedad que solo yo veo en mi cuerpo cuando me acaricia y me besa después de haberme golpeado… Ahora mismo me siento sucia… Te dejo: voy a darme otra buena ducha…

Safe Creative #1007206878128

9 comentarios:

  1. este capitulo es un poco triste :( para cuando el proximo? :D

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  2. Hola!! Llevo siguiendo el blog desde que publicaste el primer capítulo, y está genial =)
    Pobre Sally, a ver si deja de estar pillada por ese cacho bestia de Dario y rehace su vida *_*
    Un besito y publica pronto!! :P

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  3. Dios, cada día me gusta más la historia y odio más a Dario. Creo que Amy me cae un poco mejor:)

    un besiito y sigue asi

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  4. Gracias a tod@s. Me alegra sabeer k les gusta la historia. Publicaré cuanto antes el siguiente capítulo. La primera parte acaba prontito: en el capítulo 15 (a) y tendrá continuación en septiembre para los que siguen queriendo saber de la historia; para los que no, hay un final adicional: el capítulo 15b que seguro también os gustará leer... Los publicaré juntos para k no haya problemas y el doce estará aquí en los próximos días, yo les avisaré =)

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  5. Cada vez me gusta más la historia.
    Y odio a Dario >_<
    Esperaré ansiosa el siguiente capítulo, esta genial :D

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  6. Hola! Por casualidad llegué hace tiempo a este blog y no sé que tiene esta historia que ha conseguido engancharme. Con cada capítulo te superas. Te sigo.) Espero que te pases por mi blog y me sigas también.

    Unbesazooo!

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  7. Ke triste,yo pase por algo similar a eso"

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